Jugar al billar con efectos es a veces necesario. Pero cuidado, porque traen muchos efectos secundarios. Aunque en ciertos momentos de la partida son muy útiles, abusar de ellos puede ser demasiado arriesgado. Si eres de los billaristas que (como yo, lo admito), a veces se pasa de frenada con esto de hacer bailar la blanca, el artículo de hoy te interesa.
La finalidad de los efectos está clara: "alterar" la trayectoria natural de la blanca. Eso es, que al tocar bola o banda se comporte de forma distinta a como lo haría si la golpeamos justo en el centro.
Tipos de efectos: lateral (izquierda o derecha), superior o inferior.
¿Y cuándo hay que usar efectos? Simple: cuando es la única vía para lograr el tiro/colocación que queremos o necesitamos. El problema es que muchos billaristas usan efectos incluso cuando no son estrictamente necesarios, cuando sobran. Y por eso padecen estos tres efectos secundarios:
1. Cambio de trayectoria
El primer y más importante efecto secundario de jugar con efecto es lo que se conoce como deflexión. Cuando usas efecto lateral (izquierda o derecha), la blanca sufre un desvío en su trayectoria hacia la bola objetivo. Si el efecto es a la izquierda, la blanca se desvía un pelín hacia la derecha. Si el efecto es a la derecha, la blanca se desvía un pelín hacia la izquierda.
Y ese "pelín" es muy difícil de calcular porque depende de varios factores: la cantidad de efecto, la distancia entre bolas, la fuerza de tiro o el tipo de paño.
A la trayectoria variable de la blanca también hay que sumarle el cambio que se produce en la bola objetivo. En función de la rotación de la blanca, la otra bola también sufre un pequeño desvío.
Por tanto, cuanto más juegas con efectos, más posibilidades tienes de que ese desvío te haga fallar la bola o que la entres, pero te coloques mal.
2. Descontrol de la blanca
Ya sabes que el billar es pura física: ángulos, trayectorias, distancias, fuerzas... Si golpeas la blanca en el centro (sin efectos), es más o menos fácil determinar cómo se comportará después de impactar con otra bola o al tocar banda. Normalmente sale con el mismo ángulo de entrada, como si fuera un espejo.
En cambio, si aplicas algún efecto, es mucho más difícil controlar su trayectoria y poder saber hacia dónde irá.
3. Riesgo de pifia
El tercer efecto secundario son las temidas pifias. Jugar con efectos incrementa el riesgo de sufrirlas (porque estamos impactando la blanca a un lado). De ahí que sea más necesario poner tiza bien y a menudo.
A todo esto, ¿debo dejar de tirar con efecto?
No, simplemente usarlos con moderación, sólo cuando sea estrictamente necesario.
La buena noticia es que el 90% de tiros pueden jugarse tranquilamente sin efectos laterales. La gran mayoría de jugadas son factibles usando solo el eje vertical de la blanca: eso es, arriba (corrido), centro (stop) o abajo (retroceso).
Ya conoces el dicho: menos es más. En billar, también.
¿Se te dan bien los efectos? ¿Crees que los usas demasiado? Espero tus comentarios.
Más dudas resueltas sobre el billar:
¿Jugar lento o jugar rápido?
¿Puente abierto o puente cerrado?
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